Tamara, Desirée y Victoria son mujeres venezolanas que a simple vista tienen poco en común. Tamara es abogada y profesora universitaria, Desirée es estilista y Victoria, la más joven, estudia para ser artista visual. Sin embargo, las tres comparten mucho más que el gentilicio: llevan cédulas con nombres que no les corresponden. Son mujeres transexuales, que alegan haber nacido en un sexo distinto a su género, aquél que hace mucho asumieron y hoy defienden como una bandera. La bandera de ser mujer en una sociedad aún muy afectada por el machismo y el rechazo a la sexodiversidad. Es así como sus vidas se unen en la difícil cruzada de luchar por el cambio de nombre en Venezuela, cuyas leyes ignoran de forma absoluta a las personas trans. A través de una serie de acciones legales y del incansable activismo por lograr la igualdad, estas mujeres pondrán a prueba la disposición del Estado venezolano a velar por el derecho más elemental de sus ciudadanos: el derecho a la identidad.