Kevin intenta que Danny venda algunos de sus coches, pero solo logra poner en marcha otra de las construcciones soñadas de Danny, un Lincoln Mark III de 1970. Mientras tanto, la estrella de NASCAR, Kyle Larson, pasa por la tienda para ver algunas de las mejores atracciones de Danny y engancha a Danny y a los muchachos con el tratamiento VIP para una carrera de NASCAR en Las Vegas Speedway.