En la tercera temporada, la búsqueda de Dios por parte de Jesse Custer le lleva de vuelta al lugar que ha estado evitando toda su vida: su hogar. Jesse, Tulip y Cassidy regresan a Angelville, la plantación de Luisiana donde Jesse se crió, y descubren que les esperan viejos rencores y obligaciones mortales. Con la ayuda de sus amigos -y de unos cuantos enemigos- Jesse tendrá que escapar de su pasado... porque el futuro del mundo depende de ello.